“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9).
¿Qué ha visto la gente en tu casa? ¿Qué han visto los ángeles celestiales? ¿Qué tipo de espíritu impregna nuestros hogares? ¿Se puede “oler” el perfume de la oración? ¿Hay bondad, generosidad y amor o tensión, enojo, resentimiento, amargura y discordia? Alguien que llegue allí, ¿se irá pensando que Jesús está en esa casa?
Comments